viernes, 14 de noviembre de 2008

Amar es estar parado sobre una piedra movediza

Entrevista a Alejandro Dolina

- ¿Qué es lo que primero le atrae de una mujer?
- Funciona de este modo: hay una primera aduana, inmediata, que es la de la apariencia física. Primero uno se fija en una mujer hermosa. Muy pronto, unos pasos más adelante, hay otra aduana, la de la coincidencia espiritual. Para eso no es necesaria la inteligencia, pero sí cierta pimienta, simpatía y una mirada. Si no existe eso, todo lo demás empieza a derrumbarse. Hay mujeres que debieran ser detenidas por portación ilegítima de lomo. No sostienen con la gracia lo que tienen de físico.

- Pero quedó claro que para usted lo físico importa.
- Claro que me importa, tanto como la tercera y la más importante de las aduanas: la del amor. Cuando uno convierte a esa mujer, no en linda, inteligente y graciosa - eso lo es cualquiera- sino en única e irremplazable para su vida. El erotismo consiste en disfrutar de un fenómeno físico grato. Con el erotismo da lo mismo Juanita o María si están muy bien las dos. Con el amor no hay ninguna posibilidad de reemplazar a nadie. El amor sucede por razones misteriosísimas, no tienen que ver con el lomo ni la inteligencia que sirvieron para gestar una atracción. El amor es imposible de prever, sólo sucede.

- ¿En qué instante dice: "chau, me enamoré"?
- Es una sensación física. Se parece a una patada en el corazón dada desde adentro. Un golpe en el plexo solar. Hay una enorme sensación de temor a la pérdida de ese ser. Una enorme ansiedad antes de la consumación y después una ansiedad permanente porque el amor es peligro, es como estar parado en una piedra movediza. Por eso no sirve para nada el amor garantizado, cuando eso sucede estamos negando el amor en su esencia.

- Explíqueme más.
- Prometer bajo la forma de casamiento o de cualquier otro compromiso que lo vamos a amar por tiempo indeterminado. No es posible garantizar la eternidad de ciertos sentimientos. Lo que no quiere decir que la conducta ser imprescindible. Si se promete eternidad se hace ya no pensando en el amor sino en el funcionamiento burgués de una comunidad. El casamiento consiste en eso y no está mal... pero eso no es exactamente amor.

- A cierta edad una buena sociedad viene bien.
- No digo que esté mal porque no está mal el erotismo ni la amistad, pero insisto en que eso no es amor. Puede ocurrir que a uno le toque vivir sin amor...

- Qué triste.
- Es horrible, pero sucede muchas veces.

- ¿Cómo son sus días sin amor?
- Son estos. No ando llorando, tengo amistades, vida erótica, mujeres muy queridas y hasta muy deseadas... Pero el amor sucede una o dos veces en la vida.

- A usted ¿cuántas le pasó?
- Algunas veces.

- No se quedó con ninguna.
- No fueron indecisiones mías únicamente. Sucedió así.

- Está de moda que los señores grandes tengan novias más chicas.
- Puede ser.

- ¿Y usted?
- Tuve novias más chicas. En general, me llevo mejor con la gente más joven. Hay un intercambio interesante cuando la pareja se forma de esa manera. El más viejo hace mejor negocio porque la juventud es un valor más preciado que la inteligencia. El más joven ingresa en un mundo de experiencia, conocimientos, sabiduría, de excelencia en lo sexual y, a veces, de seguridad económica.

- Las energías nuevas tienen más valor.
- La persona mayor rejuvenece muchísimo. Se conecta con otro mundo, con lo que será. A mí me sucedió y fui muy dichoso. Los mejores años de mi vida los viví con gente más joven.

- Rejuvenecer por amor... no está mal.
- Tampoco pongamos la palabra amor en todas partes. El amor consiste en poner adjetivos calificativos donde no los hay. En elegir a alguien y transformarlo en lo que no es. Es un engaño compartido, una falsedad pactada: "Yo haré como que sos mejor de lo que sos y vos harás como si yo fuera mejor de lo que soy." De este plus que ponemos el uno en el otro sale una cuestión ventajosa para el amor y el erotismo.

- ¿Cuándo se termina todo eso?
- No hay una manera de preverlo. A veces dura toda la vida, pero otras se termina rápido.

- ¿La convivencia tiene algo que ver con el final?
- Contribuye a terminar con el hermoso engaño del que habíamos hablado, porque no es posible sostener el pedestal durante actividades tan prosaicas como sacar la basura. Algunos dicen que la convivencia es mala, pero yo creo que no tiene por qué ser un ejercicio cotidiano de vulgaridad y rutina.

- ¿Alguna vez se enamoró por voluntad propia?
- No. Al contrario, muchas veces me enamoré en contra de mi voluntad. Ojalá hubiera podido, sería una persona más dichosa y razonable. Nadie puede manejar a voluntad sus amores. Yo agradezco que haya sido así. Voy a decirte algo que tiene que ver con esto. Una vez me preguntaron si me gustaría conocer mi futuro y yo les dije que no.

- Tuvo miedo.
- No. No fue por miedo a saber si moriré mañana o si alguna desgracia me esperaba. Si yo hubiera sabido lo que me iba a ocurrir, las mejores cosas no me hubieran ocurrido. Me hubiera dado miedo. Te doy un ejemplo claro: a un señor le ocurre un embarazo no deseado de su novia. En un principio el tipo piensa: "¿Por qué no habré tenido cuidado?" y resulta que con los años ese mal trago se convierte en un hijo muy querido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ahhhhhhhh... lindas palabras las de este buen señor Alejandro, creo que necesitaba leer algo asi para resignificar... hasta pronto prontito, luego lueguito!!!

Zimbon dijo...

ja, bue, me alegro que le haya resignificado entonces... pa eso también está el blog!
A mi cada vez que lo vuelvo a leer, me gusta mas,y lo peor es que le creo je....

Un beso Vero!

Anónimo dijo...

Ahhh Dolina, Dolina!!....
Gracias Zimbon por que me hiciste recordar que hace tanto que no lo leo!(igual, igual con Millan Kundera)

Una se sube a este tren que es la rutina y sin darse cuanta se pierde un poco..
Gracias de nuevo..

Zimbon dijo...

jaja, de nada! Un placer poder ser parte de ese reencuentro!
Huya de esos trenes rutinarios, escape que aun está tiempo!
Saludos!

Y tu blog? así devuelvo la visita....