lunes, 25 de agosto de 2008

Suave conejito

Sencillamente, muyyy buena! Bien por Gatorade. Esta publicidad me puede...
Y cuanta razón tiene, jeje... Conozco a varios "futbolistas que trabajan de otra cosa".




Tengo un conejito Dulce y dormilón
su nombre es pelusita y me alegra el corazon
toda su barriga parece de algodon
su rabito blanco, una pompa de jabón
suave conejito, dulce y jugueton
eres terciopelo, eres puro amor
suave conejito, tierno y dormilon
suave suavecito es tu corazón...

Jaja...

domingo, 24 de agosto de 2008

Encandilado



"Será la vida que siempre nos pega un poco,

nos encandila con lo que está por venir..."




Hace varios días que esta frase anda dando vueltas por mi cabeza, y cada vez me gusta un poquito mas. Hoy, hasta se ganó un lugar acá!

jueves, 21 de agosto de 2008

Las malas palabras

El Negro Fontanarrosa dio el toque de color al III Congreso Internacional de Lengua Española hace un par de años al desarrollar una divertidísima disertación sobre las malas palabras, para quienes reclamó "una amnistía" y pidió que "cuidemos de ellas, y las integremos al lenguaje, porque las vamos a necesitar".
Acá, esa ya célebre disertación en un par de videos. Sin desperdicio!








Si te interesa, lee el discurso completo.


Se te extraña Negro!!!

miércoles, 20 de agosto de 2008

Síndrome de los veintitantos...

Le llaman la "Crisis del Cuarto de Vida". Del darse cuenta.
Es la etapa en la que uno empieza a darse cuenta que su círculo de amigos se vuelve mas reducido que hace unos años.
Te das cuenta que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, pareja, etc...
Y cada vez disfrutas más de esos mates y esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato y "ponerse al día".
Las multitudes ya no son tan divertidas; y es más, hasta a veces empiezan a incomodarte. Y extrañás la comodidad de la escuela, de los grupos de antes, de socializar con la misma gente en forma constante.
Pero te empezás a dar cuenta que mientras algunos eran verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo.
Te empezás a dar cuenta que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos no son exactamente las mejores personas que has conocido. Y que otros, con los que perdiste contacto y extrañás, resultaron ser amigos de los más importantes para vos.
Te reís con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor. Te rompen el corazón y te preguntás cómo esa persona que amaste tanto te pudo hacer tanto mal.
O te acostás a la noche preguntándote por qué no podés conocer a alguien lo suficientemente interesante como para tener ganas de conocerlo mejor.
Por momentos pareciera como que todas las personas que ya conocés llevan años de novios y algunos empiezan a casarse. Seguiramente vos también ames realmente a alguien, pero simplemente no estás seguro de estar "preparado para asumir ese compromiso".
Las transas y encuentros de una noche te empiezan a parecer baratos. Y emborracharse y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente aburrido y estúpido.
Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu ajustado sueldo.
Mirás tu trabajo y quizás no estás ni un poco cerca de lo que pensabas que estarías haciendo a esta altura de tu vida. O quizás estás buscando algún trabajo y sabes que tenés que arrancar desde abajo y eso te genera un miedo increible.
Tratás día a día de empezar a entenderte a vos mismo, sobre lo que querés y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Analizás lo que los demás están haciendo y te encontrás a vos mismo juzgándolos, porque de repente tenés ciertos parámetros en tu vida y vas armando tu propia lista sobre lo que es aceptable y lo que no.
A veces te sentís genial e invencible, y otras... solo, con miedo y confundido. De repente tratás de aferrarte al pasado, pero te das cuenta que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando.
Te preocupás por el futuro, préstamos, dinero... y por realizar una vida propia. Y mientras en algún momento soñabas con ganar la carrera, hoy te conformarías con sentirte parte de la competencia.
Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con buena parte de ello.
Muchos de nosotros que tenemos 'veintitantos', quisiéramos volver a los 15-16 algunas veces. Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza... pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla...
Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro. Parece que fue ayer que teníamos 16... y para cuando quieras reaccionar, ya entonces mañana nomás, tendremos 30!

martes, 19 de agosto de 2008

Volver, siempre volver...

Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor...

Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor...
La vieja calle donde el eco dijo
tuya es su vida, tuyo es su querer,
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver...

Volver...
con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir...
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez...

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
que pobladas de recuerdos
encadenan mi soñar...

Pero el viajero que huye
tarde o temprano detiene su andar...
Y aunque el olvido, que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida una esperanza humilde
que es toda la fortuna de mi corazón.



Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
Compuesto en 1935 y aparecido en la película "El día que me quieras".



La versión original. Un clásico de Carlitos...






Y una versión mas actual en la peli de Almodovar: la belleza y ese no se qué de Penélope Cruz.

lunes, 18 de agosto de 2008

Borges y yo

Por Jorge Luis Borges.

Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición.
Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro. No sé cual de los dos escribe esta página.

domingo, 17 de agosto de 2008

Elecciones

Fragmento de My blueberry nights (El sabor de la noche)

Jude Law interpreta al dueño y encargado de un bar. Varios clientes le van dejando manojos de llaves para que se los entregue a determinadas personas si regresan al bar. Él las conserva en un frasco. Norah Jones encarna a una de estas clientas que dejó las llaves para su ex pareja luego de separarse. Ella vuelve día tras día a ver si él pasó a buscarlas. Y quiere, como todo abandonado por amor, tratar de comprender las razones por las que la dejaron...




Norah Jones: ¿Crees que vendrá a retirar las llaves?
Jude Law: No lo sé. Los clientes llevan años dejándome las llaves. Algunas veces las retiran en un par de días. Otras veces lleva semanas...
Norah: ¿Y qué sucede generalmente?
Jude: Generalmente, las llaves quedan en el jarrón.
Norah: ¿Y para qué las conservas? Deberías tirarlas.
Jude: No... No podría hacerlo.
Norah: ¿Por qué no?
Jude: Si tiro esas llaves... esas puertas quedarían cerradas para siempre. Y no debo ser yo quien decida eso... ¿No crees?
Norah: ...
Jude: ...
Norah: Supongo que sólo busco una razón...
Jude: Bueno, según mis observaciones... a veces es mejor no saberla. Y otras veces, no se encuentra ninguna razón...
Norah: Todo tiene una razón.
Jude: Es como estas tartas y pasteles. Al final de cada noche, la tarta de queso y el pastel de manzana siempre se acaban. La torta de durazno y la torta de mousse de chocolate están casi terminadas. Pero siempre queda una tarta de arándanos sin tocar.
Norah: ¿Y qué hay de malo en la tarta de arándanos?
Jude: No tiene nada de malo... Sólo que la gente elige otras cosas.
Norah: ...
Jude: No puedes culpar a la tarta de arándanos. Simplemente nadie la quiere.

viernes, 15 de agosto de 2008

Golpe




Cuando la realidad golpea, pocos saben devolverle el golpe...

jueves, 14 de agosto de 2008

Pensar en nada...

Hoy en su blog Si yo te digo que es carnaval... Gabb escribió:

"Al margen de cuestionarme mis capacidades, mis certezas y mis incertidumbres, yo y mi otro yo pensábamos acerca de destinos que jamás son finales al final.
Saborear lo esencial, dice una amiga.... lo estoy haciendo?? soy sincera con mis anhelos más profundos? o me convierto en un actor más de algún escenario, cumpliendo un rol, buscando complacer en la función.... siempre creí que no pero ahora, ahora que surgen posibilidades de nuevos rumbos, me hallo perdida preguntándome cuánto pierdo si me voy, cuánto gano, cuánto deseo realmente un cambio bastante estructural....cuánto pienso en mi de verdad...
Habrá algo de escurrirse, cual huída fugitiva de mi propia vida? habrá ilusiones de que la locura de pensar no irá trás tus pasos? cómo si uno variara en sus profundidades si cambia el espacio.... cuánto autoengaño hay?
Entonces voy y vengo, carnavaleando, sobreviviendo a los angeles y demonios que se debaten en mi interior.... ando y desando creyendo que tan sólo por pensar se modificará lo empírico..."


Y ayer hablando de otra cosa con otra amiga, también nos terminamos cuestionando eso de pensar. Ella decía que de joven creía que fumarse un porro no era bueno, no por salud sino mas bien por una cuestión ideológica, porque eso le iba a impedir pensar con lucidez; pero que ya pasados los 30 no quería pensar más, que ya no tenía sentido, porque solo complica mas las cosas...

Qué pasa que la gente no quiere pensar? Será hora de hacer? Yo en cambio, y ante la incertidumbre, ultimamente ni pienso, ni hago... por las dudas vió! No vaya a ser cosa de equivocarnos...

miércoles, 13 de agosto de 2008

La autoridad



En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.

Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.

Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.


Eduardo Galeano

martes, 12 de agosto de 2008

Las muchedumbres



“Quien no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en medio de una atareada muchedumbre”



No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquel a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.

Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.

Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.

El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.

Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.

Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.


Charles Baudelaire
Poemas en Prosa.

lunes, 11 de agosto de 2008

Carta de Miguelito a Mafalda

Querida Mafalda:

En este día tan especial me acordé de tu cumpleaños...

¡Cómo pasa el tiempo!

Nacimos en el corazón de un país que soñaba.

Cuantas utopías! ¡Cuantos deseos de crecer, de mejorar las cosas!

Nos tocó convivir con un tiempo de hombres creativos: Luther King, Che Guevara, Juan XXIII, John Kennedy; nos trasmitieron el sentido de la justicia, el valor de los sentimientos, la maravillosa aventura de pensar con la propia cabeza...




Ayer me preguntaba por nuestra amiga Libertad, aquella pequeñita que un día encontraste en una playa, no me acuerdo si era Santa Teresita o Mar del Tuyu, me acuerdo todavía cuando la presentaste a tus padres...




Era vivaracha y quemadita por el sol de febrero.

¿Donde vive Libertad? ¿Es verdad que la mataron durante la dictadura?

Dicen que la torturaron y su cuerpo desapareció en el Río de la Plata....

Me cuesta pensar que se murieron sus sueños. ¿Y si vive? ¿Estará filosofando sobre la fragilidad de las cosas y el sentido de la vida?




¿Qué fue de Susanita? ¿Se casó? ¿Pudo realizar su vocación de ser madre?

La imagino viviendo en alguna ciudad de provincia, paseando del brazo del marido (un hombre bajo y calvo) en una tarde de verano, contenta con sus hijos y cuidando el primer nieto, realizada como tantas comunes mujeres...




Supe de Manolito, que perdió sus ahorros durante el corralito y no soportó tanta crisis. Los últimos días lo vieron cabizbajo, murmurando palabras incoherentes, abandonado como un mendigo en una estación de trenes, triste y abatido como tantos...




Se que Felipe vive en La Habana, que probó con el cine, que tiene un taxi y que habla a los turistas de Fidel y de la revolución con el mismo entusiasmo de cuando vivía en Buenos Aires...


A Guille, tu hermano, lo escuche tocar, hace poco, en la Scala de Milano. Vive en Ginebra, nunca se arrepiente de haber emigrado en los últimos años de Alfonsín, me contó que es feliz con su nueva pareja...




Y vos, querida amiga, ¿cómo estás?

Hace tanto tiempo que no tengo noticias tuyas.


Sé, por otros, que seguis escuchando la radio, que lees los diarios del mundo, que te duele el Irak como te dolía Vietnam, se que trabajas para la FAO por los pueblos del hambre, que estás indignada por la prepotencia de Bush.




Me llegó tu pedido para juntar medicinas para los Medicos sin Fronteras, se que siguen las reuniones en tu casa de París, que estas confundida, inquieta y preocupada por el futuro del mundo...




En fin, Mafalda, se lo suficiente como para saber que seguis viva, viva en el alma, niña como siempre...


De parte mía sigo escribiendo siempre, renegando porque me falta tiempo; creyendo, como siempre, en el valor de la sinceridad, perdiendo oportunidades por manifestar mis ideas.




Algunos días estoy triste y deprimido, pero puede siempre mas la alegría que la tristeza...

El mundo no mejoro mucho desde la época en que vivíamos juntos en nuestra patria.


A veces, cuando miro el globo terráqueo, encuentro tu mirada, pienso en todos aquellos que lo miran como vos, en los ojos de los que protestan, de los que no se conforman, y de los que viven en la atmósfera del optimismo y de la justicia..


Esos ojos, junto a los míos, te desean un buen día, querida amiga, por otros cuarenta años tan intensos y jóvenes como los que has vivido.




Un beso grande de tu amigo que te quiere como siempre.

Miguelito.

sábado, 9 de agosto de 2008

Princesa tibia





Sería lo que no fui
con tal de verte asomada, al balcón de mis penas.
Tu ausencia es como un zarpaso
de días fallutos, que no pasan más.
Podría disimular,
pero el olor de tu voz se acurrucó entre mis cosas...
Asíque como un imbécil
te escribo canciones, que besan la lona.
Y me sacaste a bailar
a la sombrade tu vestido.
Y antes de juntar la ropa
dijiste: "Ni se te ocurra, soñar conmigo...".

viernes, 8 de agosto de 2008

Triple ocho





08-08-08




Riverito debe estar como looocoooo... Jeje!

lunes, 4 de agosto de 2008

El mejor

Por Juan Sasturain

Entonces uno se anima –con todos estos paraguas abiertos– a decir que el Negro Fontanarrosa era, simplemente, el mejor. En todos los sentidos. Pero sobre todo, muy buena gente. De buenísima leche. Estoy hablando de vida social, de vida profesional, de colegas y de amigos. De una sanidad invulnerable al halago y a las miserias del celo. En él, como en otros, se intuye que es cierta la idea del humor –que en él era un reflejo, una manera, un tic personal– como una forma superior de la inteligencia, de la sabiduría. El se cagaría de risa ante esto. Pero es cierto. No tomarse en serio es la única forma seria de tomar las cosas. Y así iba, con naturalidad de la gracia a la desgracia. Contaba, hace un tiempo, ya muy jodido: “Uno lo primero que se pregunta es ¿por qué a mí? Pero después pensás: ¿Y por qué no?” Era el mejor: en los últimos tiempos se prestó (literalmente) para lo que quisieran hacer de él, con él o sobre él. Siempre estaba ahí. Se hizo cargo del embarazo ajeno, de lo que podían sentir los demás ante su enfermedad manifiesta, y en los últimos años –tan jodido y dependiente como estaba– era capaz de hacer que todo el mundo se sintiera casi “cómodo” en su presencia, sin una queja, con humor imperturbable, laburando al filo del final, haciendo como si nada. Era el mejor, digo, como tipo.

Y del escritor, del humorista y del dibujante sólo cabe lo mismo: era el mejor de nosotros. De nuestra generación, seguro, me animo a decir. Probablemente, alrededor de estas líneas habrá muchas que se dediquen al elogio de Fontanarrosa en cada rubro, y va a estar bien. Sólo cabe subrayar un par de cosas.

Primero, el increíble nivel de calidad que fue capaz de sostener con una producción de semejante volumen. No es fácil; es casi imposible, si no se es un genio. Más de treinta años y otros tantos tomos del Inodoro son la evidencia de que el Negro lo era. Y los cuentos. La cantidad y calidad de sus cuentos. Isidoro Blaisten –que sabía de esto– suponía que toda una obra literaria (la suya, por ejemplo) se justificaba con haber logrado dejar un par de textos perdurables. En el caso del Negro, son una docena los relatos rigurosamente antologables (cada uno tiene los suyos) dentro de una producción vastísima. El último libro, El rey de la milonga, que escribió ya cachuzo, es extraordinario.

La otra cosa para señalar –y terminar– es el “lugar” de Fontanarrosa. El Negro es, sin salvedades de ningún tipo, uno de los grandes narradores argentinos de todos los tiempos. Se podría considerar, desde la perspectiva de aquellos que conciben la producción literaria o la tarea artística en general como una competencia o carrera, que nuestro amigo –como decía el Gordo Soriano en famoso artículo sobre Stan Laurel y Oliver Hardy, el Gordo y el Flaco– cometió “el error de hacer reír”. Es decir: el prejuicio respecto del tono –y de los temas, agregaría– de muchos de sus relatos hicieron que, hasta no hace mucho, algunos no lo vieran como escritor, no lo registraran como tal. No había casillero habilitado para él en el sistema de la literatura argentina. Eso le (nos) importaba un carajo. Nunca miró a los costados cuando escribía (cada vez mejor) y siempre tuvo y le sobró de eso que hace que un escritor lo sea: lectores. Después de su talento, es lo que más le envidiamos.

En los últimos tiempos recordé y cité con frecuencia una definición suya de la amistad: “Un amigo –decía el Negro– es alguien con el que no te tenés que cuidar ni reprimir (seguro no eran ésas las palabras pero sí el sentido). Hay una base de confianza que nada puede conmover. Por eso, si un amigo viene y te dice No sabés la película iraní que acabo de ver, vos le podés decir: No me empieces a romper las pelotas...”

Eso es precisamente lo que me gustaría que me dijera ahora, después, en algún momento, cuando lea estas pelotudeces fruto de la tristeza y de la impotencia.


Publicado en Página/12 el 20 de julio de 2007.

domingo, 3 de agosto de 2008

Balada para un loco

(Recitado)

Las tardecitas de Buenos Aires tiene ese que se yo, viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mi,
cuando de repente, detrás de ese árbol, se aparece el,
mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte
en el viaje a Venus. Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre en cada mano...Ja...ja...ja...ja...
Parece que solo yo lo veo, porque el pasa entre la gente
y los maniquíes me guiñan, los semáforos me dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares,
y así medio bailando, medio volando,
se saca el melón, me saluda, me regala una banderita
y me dice adiós.

(Cantado)

Ya se que estoy piantao, piantao, piantao,
no ves que va la luna rodando por Callao
y un coro de astronautas y niños con un vals
me baila alrededor...
Ya se que estoy piantao, piantao, piantao,
yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste; vení, volá, sentí el loco berretín
que tengo para vos.
Loco, loco, loco, cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sabana vendré con un poema
y un torombon a desvelar el corazón.
Loco, loco, loco, como un acróbata demente saltare
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad, ya vas a ver.

(Recitado)

Y así el loco me convida a andar
en su ilusión super-sport,
y vamos a correr por las cornisas
con una golondrina por motor.
De Vieytes nos aplauden. Viva, viva...
los locos que inventaron el amor;
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.
Nos sale a saludar la gente linda
y loco pero tuyo, que se yo, loco mío,
provoca campanarios con su risa
y al fin, me mira y canta a media voz:

(Cantado)

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
trepate a esta ternura de loco que hay en mi,
ponete esta peluca de alondra y volá, volá conmigo ya:
veni, quereme así piantao, piantao, piantao,
abrite los amores que vamos a intentar la trágica locura
total de revivir, vení, volá, vení, tra...lala...lara...

Letra de Horacio Ferrer
Música de Astor Piazzolla
1969

Y aun hoy la sigue cantando como nadie puede hacerlo igual, el gran Polaco Goyeneche!

sábado, 2 de agosto de 2008

El Negro...



Anoche fuimos con Sofi a reencontrarnos con Alejandro Dolina y su "La Venganza Será Terrible" en el Teatro Coliseo Podestá acá en La Plata... Siempre es un gusto volver a escuchar y ver en vivo a este gran personaje argentino...
Y es un honor poder tenerlo casi todos los viernes en la ciudad y no tener q ir hasta Capital...
Muchas gracias por el buen rato Negro!

viernes, 1 de agosto de 2008

Da un poco de verguenza, pero son parte de nuestra Historia...

¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento?
(Mensaje publicitario oficial, 1976/77)

Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después... a sus simpatizantes, enseguida... a aquellos que permanecen indiferentes, y finalmente mataremos a los tímidos.
(General Ibérico Saint Jean. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Mayo de 1977)

Me estoy probando los pantaloncitos para bañarme en el Pacífico.
(General Luciano Benjamín Menéndez, en obvia provocación a Chile, 1978)

El Mundial tenemos que jugarlo todos los argentinos.
(Slogan Oficial del Mundial 78)

Los argentinos somos derechos y humanos.
(Leyenda popularizada en una calcomanía durante la visita de la Comisión Interamericana de Derechos humanos, que vino en 1979 a constatar la represión ilegal)

La inflación está muerta.
(Christian Zimmermann, vicepresidente del Banco Central, 1980)

La gente nunca tuvo más plata que ahora.
(José Martínez de Hoz, en Nueva York, 1980)

Las urnas están bien guardadas.
(General Leopoldo Galtieri, 1981)

El que apuesta al dólar pierde.
(Lorenzo Sigaut, ministro de economía, 1981)

No digo adiós, digo hasta luego.
(José Martínez de Hoz, 1981, cuando dejó el Ministerio de Economía)

Si quieren venir, que vengan. Les presentaremos batalla!
(General Leopoldo Galtieri, en alusión a los ingleses, 1982)

¡Que traigan al principito!
(General Mario Menéndez, gobernador de Malvinas, refiriéndose al príncipe Andrés de Inglaterra, 1982)

Espero ser el último Presidente de facto de la Argentina.
(General Reynaldo Bignone, último presidente de facto, 1983)

Éramos catorce madres. Volvimos a la semana siguiente. Volvíamos cada semana por novedades a reclamar. Hasta que un día la policía nos dijo que no podíamos estar reunidas, porque había estado de sitio, y que debíamos caminar. Ellos nos impulsaron a caminar. -Caminen de a dos... circulen...- nos gritaban los policías. Nos tomábamos del brazo y empezábamos a caminar. Llegábamos a la plaza y nos poníamos en marcha para que la policía no nos corriera.
(Revista Paz y Justicia. Enero 1983)

Por primera vez un tribunal de justicia de un gobierno democrático consigue sentar en el banquillo de los acusados a los nueve integrantes de las juntas militares, que se sucedieron en el poder entre 1976 y 1982, tras un golpe de Estado. Las cabezas visibles de esa dictadura son juzgadas desde el 22 de abril de 1985. Estamos al frente de un acontecimiento histórico, que marcará para siempre la vida de la sociedad argentina.
(Diario del juicio. Ed. Perfil. 1985)

No he venido a defenderme. Nadie tiene que defenderse por haber ganado una guerra justa, y la guerra contra el terrorismo subversivo fue una guerra justa. Sin embargo yo estoy aquí procesado por haber ganado una guerra justa.
(Emilio Massera, en declaraciones del juicio a las juntas, 1985)

No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina no se hubiera bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil. No había otra manera. Todos estuvimos de acuerdo en esto. Y el que no estuvo de acuerdo se fue. ¿Dar a conocer dónde están los restos? ¿Pero, qué es lo que podemos señalar? ¿En el mar, el Río de la Plata, el riachuelo? Se pensó, en su momento, dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, dónde, cómo.
(Declaración de Videla del libro "El dictador", de María Seoane y Vicente Muleiro)

Señores jueces, quiero utilizar una frase que pertenece ya a todo el pueblo argentino: Nunca más.
(El fiscal Julio César Strassera en el cierre de su alegato de una semana, el 18 de septiembre de 1985)

La plaza es el lugar donde se produce el verdadero y único milagro de la resurrección (...) los primeros pasos tienen mucha profundidad y cuando me pongo el pañuelo en la casa de las madres, antes de salir para la plaza, y me lo aprieto fuerte en la barbilla, es un abrazo, el abrazo de los treinta mil. La plaza es la lucha, la esperanza, los sueños, las ilusiones y la sangre de los tantos.
(Hebe de Bonafini, Presidenta de las Madres de Plaza de Mayo en Diario Página 12, 26 de junio de 1996).