Después de algunos momentos de buen debate con un grupo de campesinos el silencio cayó sobre nosotros. El discurso de uno de ellos fue el mismo, la traducción exacta del discurso del campesino chileno que había oído en aquel atardecer...
-Muy bien –les dije-, yo sé, ustedes no saben. Pero, ¿por qué yo sé y ustedes no saben?
-Usted sabe porque es doctor. Nosotros no.
-Exacto. Yo soy doctor. Ustedes no. Pero, ¿por qué yo soy doctor y ustedes no?
-Porque fue a la escuela, ha leído, estudiado, y nosotros no.
-¿Y por qué fui a la escuela?
-Porque su padre pudo mandarlo a la escuela, y el nuestro no.
-¿Y por qué los padres de ustedes no pudieron mandarlos a la escuela?
-Porque eran campesinos como nosotros.
-¿Y qué es ser campesino?
-Es no tener educación ni propiedades, es trabajar de sol a sol sin derechos ni esperanzas de un día mejor.
-¿Y por qué al campesino le falta todo eso?
-Porque así lo quiere Dios.
-¿Y quién es Dios?
-Es el Padre de todos nosotros.
-¿Y quien es padre aquí en esta reunión?
Casi todos, levantando la mano dijeron que lo eran.
Mirando a todo el grupo en silencio, me fijé en uno de ellos y le pregunté:
-¿Cuántos hijos tienes?
-Tres.
-¿Serías capaz de sacrificar a dos de ellos, para que el tercero estudiara y se diera buena vida en Recife? ¿Serías capaz de amar así?
-¡No!
-Y si tú, hombre de carne y hueso, no eres capaz de cometer tamaña injusticia, ¿cómo es posible entender que la haga Dios? ¿Será de veras Dios quien hace esas cosas?
Un silencio diferente, completamente distinto al anterior, un silencio en que empezaba a compartirse algo. Y a continuación:
-No. No es Dios quien hace todo eso. ¡Es el patrón!
PAULO FREIRE
Pedagogía de la esperanza.
2 comentarios:
Amigo mio! Encontré tu blog! no lo puedo creer! y me encanta! Me reí mucho! a carcajadas y sola! re loca! jajajaja! Te quiero muchooooo! Besossss!
Jaja, que hacés Ro!!! Lindo verte x aqui... Ya estoy con internet y voy a actualizar mas seguido... Segui pasando nomas!
Besos!
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